lunes, 28 de diciembre de 2009

Dos preguntas con las que todos se equivocan (yo también)


¿Serás tú también uno de ellos?

PREGUNTA 1

Si conocieras a una mujer embarazada, que padece sífilis y tiene 8 hijos. 3 de ellos son sordos, 2 ciegos y uno con retraso.

¿Le recomendarías practicarse un aborto ???

PREGUNTA 2

Se va a elegir a un nuevo líder mundial, tu tienes la oportunidad de votar por el. Hay 3 candidatos, a continuación te presento algunos hechos conocidos en la vida de los mismos:

CANDIDATO 1

Ha sido asociado con políticos corruptos. Consulta a varios astrólogos. Tuvo 2 amantes. A una de ellas la golpeaba. Fuma y toma entre 8 y 10 martinis al día.

CANDIDATO 2

Ha sido despedido en 2 ocasiones de su trabajo. Duerme hasta el mediodía. Consumía opio en la universidad y todas las noches se toma una botella de whisky. Padece de obesidad y es conocido por su mal temperamento y agresividad.

CANDIDATO 3

Es un héroe de guerra condecorado, es vegetariano, no fuma y toma cerveza ocasionalmente. No se le conocen relaciones extramaritales. Respeta a las mujeres. Ama a los animales, es muy reservado.

¿Por cual de los 3 candidatos votarías ??

Elige tu respuesta. Piensa detenidamente....

El candidato 1 es :
Franklin D. Roosevelt

El candidato 2 es :
Wiston Churchill.

El candidato 3 es :
Adolph Hitler.

Por cierto, la respuesta a la pregunta:

¿¿¿Recomendarías que esta mujer se practicase un aborto???

Si respondiste, SI...

¡ Acabas de matar a BEETHOVEN !

Interesante, ¿ no crees ??

Piensa antes de juzgar a alguien, y RECUERDA...

El arca de Noe fue construida por amateurs.
El Titanic, por profesionales.


Gracias Daniel, por este escrito.


Vicente Calatayud

Nunca te Detengas


Palabras de la Madre Teresa de Calcuta:

Siempre ten presente que:
La piel se arruga,
El pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años...

Pero lo importante no cambia;
Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida
Detrás de cada logro, hay otro desafío.

Mientras estés vivo, siéntete vivo.

Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...

Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero, ¡nunca te detengas!


Qué grande fue (y es) esta mujer.


Vicente Calatayud

domingo, 27 de diciembre de 2009

El Tazón de Madera: M. Gandhi.

El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse asunto difícil....

Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."

Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.

He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo. "La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir." "Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo..."


Vicente Calatayud

Cómo templar el acero


Lynell Waterman cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios.

Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida.

Muy por el contrario: sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:

-Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
El herrero no respondió enseguida: él ya había pensado en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida.

Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:

-En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú como se hace esto?

Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone roja. En seguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada.

Luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido del vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.

Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta: una sola vez no es suficiente.
El herrero hizo una larga pausa, y siguió:

-A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras.

En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada.
Y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de hierro viejo que ves a la entrada de mi herrería.

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó:

-Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y, a veces, me siento tan frío e insensible como el agua o el martillo que hace sufrir al acero.

Pero la única cosa que pienso es:

"Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras -pero nunca me pongas en la montaña de hierro viejo de las almas".

Autor P.Coelho.


Vicente Calatayud

Ser Feliz...


Puedes tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo. Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.

Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.

Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorar la sonrisa, sino tambien reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegria en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafios, incomprensiones y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su proprio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propria historia.

Es atravesar desiertos fuera de si, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.

Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.

Es saber hablar de sí mismo.

Es tener coraje para oir un “No”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.

Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.

Es tener madurez para decir “Me equivoqué”.

Es tener el coraje para decir “Perdóname”.

Es tener sensibilidad para expresar “Te necesito”.

Es tener capacidad de decir “Te amo”.

Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…

Que en tus primaveras seas amante de la alegría.

Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.

Y descubrirás que…

Ser feliz no es tener una vida perfecta; sino…

Usar las lágrimas para regar la tolerancia.

Usar las pérdidas para refinar la paciencia.

Usar los fallos para esculpir la serenidad.

Usar el dolor para lapidar el placer.

Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

¡Jamás desistas!

Jamás desistas de las personas que amas.

Jamás desistas de ser feliz.

(autor desconocido)

A mí me llega de parte de Sonya. MIL GRACIAS!!!


Vicente Calatayud

lunes, 30 de noviembre de 2009

No perdamos la INOCENCIA...


Una nena, diariamente, iba y volvía caminando a la escuela.

A pesar del mal tiempo de aquella mañana, y de las nubes que se estaban formando, ella hizo su camino diario.

Con el pasar del tiempo, los vientos aumentaron junto a rayos y truenos.

La madre pensó que su hija podría tener mucho miedo en el camino de vuelta, pues ella misma estaba asustada con los rayos y truenos.

Preocupada, la madre rápidamente entró en su auto, y se dirigió por el camino en dirección a la escuela.

En el camino, ella vio a su hija caminando, y notó, que a cada relámpago, la niña paraba, relámpago, la niña paraba, miraba hacia arriba y ¡Sonreía!

Otro y otro trueno ¡y en cada uno, ella paraba, miraba hacia arriba y sonreía!

Finalmente, la niña entró en el auto, y la madre curiosa le fue preguntando:

- "¿Qué estabas haciendo?" La niña respondió:

- "Sonriendo ¡Dios no para de sacar fotos mías!"

Dejemos que toda inocencia florezca en nuestros corazones para que podamos ver la bella y real felicidad, que está en los momentos de simplicidad...


GRACIAS SONYA!!!


Vicente Calatayud

martes, 24 de noviembre de 2009

El Mundo Es De Los VALIENTES!!!!!



En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en donde les daría un importante mensaje.

Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija y, por ende, el reino"

Así se hizo, pero había un jo­ven que plantó su semilla y ésta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del rei­no no paraban de hablar y mos­trar las hermosas plantas y flo­res que habían sembrado en sus macetas.

Llegaron los seis meses y to­dos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. El joven esta­ba demasiado triste pues su se­milla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero su ma­dre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar alli.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló al último hacia el palacio, con su maceta vacía. Todos los jóvenes habla­ban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el albo­roto fue interrumpido por el in­greso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces: "Éste es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a to­dos ustedes se les dio una semi­lla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plan­tas; pero este joven tuvo el va­lor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

“Si no te equivocas de vez en cuando, es que no te expones.”

GRACIAS SONYA (no me canso de dártelas, buscadora!!!).


Vicente Calatayud

Hay quien se cree más Libre porque da más órdenes de las que recibe...

Hace mucho tiempo, un sargento de un batallón insultaba y reprendía fuertemente a los soldados que no podían sacar un vehículo atascado en el fango.

En ese momento se presentó un señor de figura alta y delgada.

Observó la situación y preguntó al sargento por qué no ayudaba a los soldados.

- ¿Por qué he de hacerlo? Yo soy el sargento - contestó con altanería.

Sin pérdida de tiempo, el hombre recién llegado, alto y flacucho, se quitó la chaqueta y se unió a los soldados en la dura faena de sacar el vehículo del lodazal en que estaba sumergido.

Terminada la tarea, ese hombre se lavó las manos en un pozo de agua, se puso la chaqueta y dijo al sargento:

- Cuando usted necesite de mi ayuda, le ruego que me llame, que con mucho gusto le ayudaré.

- ¿Y quién es usted? - le preguntó el sargento.

- Soy ABRAHAM LINCOLN, presidente de la Nación.




Existen esos hombres que, con sus acciones, aun ostentando una posición superior, no dudan en servir a los de más baja posición, sin necesariamente tener que humillarlos con ello.

Más bien llevan un mensaje de grandeza, porque el hombre se eleva más precisamente cuando está de rodillas.

GRACIAS SONYA.


Vicente Calatayud

lunes, 23 de noviembre de 2009

A VECES PARECEMOS GILIPOLLAS (2)...



Un anciano, que tenía un grave problema de miopía, se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos.

Se le olvidaron las gafas en su casa, y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo para defender sus controvertidas opiniones. Tan pronto entraron en la sala, comenzó a criticar las diferentes pinturas.

Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad, dijo:

- El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto.

El anciano siguió su crítica sin parar, hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud, y lo apartó discretamente para decirle en voz baja:

- Querido, estás mirando un espejo.

Nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor de corregirlas.

GRACIAS, DE NUEVO, SONYA.


Vicente Calatayud

A VECES PARECEMOS GILIPOLLAS...



Hoy choqué con un extraño cuando caminaba.

- Disculpe Usted, le dije.

Él me dijo: - No, disculpe Usted, no la miré cuando venía. Ambos fuimos muy amables.

Continuamos nuestro camino y nos dijimos adiós.

Pero al llegar a casa, otra historia se desarrolló.

Esa misma tarde, mientras yo cocinaba, mi hija se paró muy firme por un lado, sin que yo me diera cuenta.

Cuando me di la vuelta, casi la tumbo.

¡Quítate de aquí, porque me estorbas! -le grité-.

Ella se fue con su corazoncito destrozado. No me di cuenta de lo fuerte que le grité.

Por la noche, cuando me acosté, una voz muy baja escuché que me decía:

Cuando hablaste con un extraño, fuiste cortés, pero con la criatura que amas, te portaste grosera.

Mira en el piso de la cocina, y encontrarás unas flores cerca de la puerta; esas flores, tu hija las escogió especialmente para ti; rosa, amarilla y azul, y se acercó a ti silenciosamente para no arruinar la sorpresa.

Pero tú ni te diste cuenta de las lágrimas en sus ojos.

En este momento me sentí el ser más insignificante, y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

Lentamente fui al cuarto de mi hija, y me arrodillé al borde de su cama; -"Despierta cariño, despierta chiquita", -le dije-.

-Estas flores..., ¿las escogiste para mí mi amor?

Ella se sonrió, y dijo: -"Las encontré cerca de un árbol, y las recogí, porque sabía que te gustarían, especialmente la azul".

Le contesté: -"Hija, discúlpame por la forma en que te traté en la tarde, no debí gritarte de esa forma".

Ella me contestó: -"Mamá, no te preocupes, te quiero de cualquier manera".

-"Y yo a ti corazón y me encantaron tus flores, especialmente la azul", -le contesté-.

Tengamos en cuenta, cómo tratamos a nuestros seres queridos, sin importar sus edades...

Alguien siempre pensará en ti como un ejemplo a seguir. No l@ defraudes".


GRACIAS SONYA.

Vicente Calatayud

viernes, 20 de noviembre de 2009

El Credo de BUDA



- No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos.

- No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo crean.

- No creáis en nada porque así lo hayan creído los sabios de otras épocas.

- No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que Dios os lo inspira.

- No creáis en lo que dicen las sagradas escrituras, sólo porque ellas lo digan.

- No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano.

- Creed únicamente en lo que vosotros mismos hayáis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen del discernimiento y a la voz de la conciencia.


BUDA

No Culpes A Nadie

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo de verdadero hombre surge de las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz de amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.





Autor: Pablo Neruda

lunes, 26 de octubre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

Clavos en el Alma


Esta es la historia de un muchacho que tenia muy mal carácter.


Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.

El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Hasta que descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Entonces llegó el momento en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban mas clavos para retirar de la puerta...

Su padre le tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta.

Le dijo: “Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.”

Cuidemos el verbo y recordemos éstas tres cosas que nunca vuelven atrás: la flecha lanzada, la oportunidad perdida y la palabra pronunciada.

Gracias a mi Amigo uruguayo, Daniel Heber, por enviarme textos como éste, llenos de enseñanzas.

Un Abrazo.


Vicente Calatayud

sábado, 15 de agosto de 2009

La Magia de la ACEPTACIÓN


La experimentación ha demostrado que, cuando tú aceptas la realidad tal como es, se produce un cambio interno que te libera del sufrimiento. Mientras que la no aceptación, de las situaciones o de las personas tal como son, conduce a la lucha para tratar de cambiarlas, y, en este empeño lo único que puedes conseguir es aumentar tu cuota de frustración. Ten en cuenta que, a mayor terquedad y rebeldía, más intensa y traumática será tu experiencia de fracaso.


Tu presencia en la Tierra tiene un solo propósito: aprender a conectar con la frecuencia de la felicidad interna, independientemente de lo que suceda en la realidad externa.


Cada situación que se te presenta ha sido diseñada con la mira puesta en ese aprendizaje. Si tu mente se enfoca en oposición y rechazo, cuenta con que tendrás que vivir la experiencia completa, hasta superarla. Mientras que si aceptas de antemano aquello que crees que te puede causar sufrimiento, no será necesaria la vivencia, porque has invalidado su razón de ser, ya que nada tendrá para enseñarte.


El primer paso para disolver y transformar una posible condición indeseable es la aceptación. Pero si ya tus peores miedos han creado tu realidad presente, y ahora deseas que se disuelva esa experiencia, es necesario que te enfoques en descubrir cuál es la correspondencia que creaste para obtener esos resultados, y además hagas los ajustes necesarios en el mundo de las causas. Solo así podrás completar tu aprendizaje, liberarte del sufrimiento y trascender a una realidad más satisfactoria, creando nuevas oportunidades.


Una vez que los resultados se manifiesten, de nada servirá lamentarse. Su única opción, para trascender su nivel de malestar, es aceptar la lección, y preguntarse ¿qué he hecho yo para merecer esta experiencia? Una vez que comprendas cuál fue tu error, en el mundo de las causas, y lo corrijas adecuadamente, el aprendizaje estará completo y tu realidad cambiará para procurarte una situación más favorable.


Hay hechos que podemos cambiar, pero hay otros que son inmodificables. Cuando no está en mis manos alterar una situación es porque hace parte de la pedagogía divina, diseñada para mi aprendizaje. Es obvio que si te colocas en posición de no aceptación a la voluntad de la consciencia creadora, el camino que escoges estará bloqueado por el sufrimiento y el fracaso.


Pero tampoco la vida se trata de la inacción total y de la inercia, pues ese sería el extremo, opuesto, donde tampoco existe la sabiduría. ¿Cómo sé, si lo que yo hago está de acuerdo al plan divino? O, ¿si mi propósito va en oposición a la voluntad de la consciencia creadora? Simplemente pregunto a la vida, si tengo el apoyo del universo, cada detalle debe fluir y encajar en forma perfecta.


Si deseas transitar por el camino del sabio, tu pregunta clave es: ¿qué necesito aprender de la realidad que estoy viviendo?.


Si tu actitud es la de enfocarte en luchar contra aquello que la vida te da, comprende que estarás rechazando tus mejores oportunidades de superación y aprendizaje, y además vivirás estancado en las arenas movedizas del dolor y del fracaso.


Este texto me llegó por e-mail y parece ser obra de Hortensia Galvis, a quien no conozco.


Me parece bonito y, sobre todo, muy práctico.


Espero que os guste y comencéis a practicar la ACEPTACIÓN.


Abrazos para todos!!!!



Vicente Calatayud



jueves, 13 de agosto de 2009

¿Y Tú de qué eres esclavo?


¿De las heridas que recibiste cuando eras pequeño?, ¿de tus traumas de la infancia?, ¿de lo que alguien más decidió que fueras?, ¿de una relación que no te satisface?, ¿de un trabajo que no disfrutas?, ¿de la rutina de tu vida?


¡Ya libérate! ¡tira ya ese costal que llevas en la espalda en el que guardas el resentimiento, el rencor y la culpa. Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida. Cada día tienes la oportunidad de empezar otra vez. Cada mañana, al abrir los ojos, naces de nuevo, recibes otra oportunidad para cambiar lo que no te gusta y para mejorar tu vida. La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, depende solo de ti.


¿Qué es lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al éxito?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer errores?, ¿a estar solo?


¡Rompe ya las cadenas que tú mismo te has impuesto! A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes. Tú eres parte de la vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto. Los errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz, ya perdónate, sólo tú puedes lograrlo.


¿Cuándo vas a demostrar tu amor a tus seres queridos?, ¿Cuándo te queden unos minutos de vida?, ¿Cuándo les queden a ellos unos minutos de vida?


El amor que no demuestres hoy, se perderá para siempre. Recuerda que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones. Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas. Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal cómo son y respeta el don más valioso que han recibido: Su libertad.


Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas. Si pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, si pretendes controlar a los que te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a otros que tomen sus propias decisiones como has de tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.


Y por último, ¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida?:

¿Que se arreglen todos tus problemas?, ¿Que se te quiten todos tus traumas?, ¿Que por fin alguien reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?, ¿Que regrese el que se fue?, ¿Que todo te salga como tú quieres?, ¿Que se acabe la crisis económica?, ¿Que te suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea hermoso y perfecto?


¡Despierta ya hermano!, ¡Despierta ya hermana!, ¡Esta es la vida!


La vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará cuado tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este preciso instante. Tu vida en este momento es leer este párrafo, donde quiera que lo estés haciendo y con las circunstancias que te rodean ahora. En este momento tu corazón lleva sangre a todas las células de tu cuerpo y tus pulmones llevan oxígeno a donde se necesita. En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver, pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si quieres!


No te acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar todos los días y estar aburrido, o malhumorado, o preocupado. Abre tus ojos y agradece todas las bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír el canto de los pájaros, tu música preferida, la risa de tus hijitos. Pon tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza diciéndote: “Estás vivo, estás vivo, estás vivo”.


Yo sé que la vida no es perfecta, que está llena de situaciones difíciles. Tal vez, así es como se supone que sea. Tal vez por eso se te han brindado todas las herramientas que necesitas para enfrentarla: Una gran fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la libertad de elegir cómo reaccionar ante lo que sucede, el amor y el apoyo de tus seres queridos.


Sé también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin embargo, millones de circunstancias se han reunido para que existas. Fuiste formado a partir de un diseño maravilloso y compartes con toda la Humanidad sus virtudes y defectos. Así está escrito en tus genes, en los genes de todos los seres humanos que han existido y en todos los

que existirán.


Tus pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus secretos y tu agresión, los compartes con todos tus hermanos. ¡Bienvenido a la raza humana! Esos supuestos defectos son parte de tu libertad, parte de tu humanidad.


Si te preguntas ¿Quién soy yo para decirte todo esto? Te contestaré que no soy nadie, soy simplemente una versión diferente de lo que tú eres. Otro ser humano más entre miles de millones, pero uno que ha decidido ser libre y recuperar todo el poder de su vida………


Espero que tú también decidas hacerlo.


Tomado del libro: “El Esclavo” Autor: Francisco J. Ángel Real



Se puede decir más alto, pero no más claro… Genial!!!


Vicente Calatayud



miércoles, 12 de agosto de 2009

Matar el amor...


Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cual era el propósito.

Cuando estuvieron todos hablo el Odio y dijo: “los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien".

Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y el siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre si quien seria tan difícil de matar para que el Odio los necesitara a todos.

Quiero que maten al Amor", dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más que uno le tenía ganas.

El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo: Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocare tal discordia y rabia que no lo soportara". Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados. Lo siento, lo intente todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante.

Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder y dijo: En vista de que El Mal Carácter fracaso, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará. Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima quien, efectivamente cayo herida pero después de luchar por salir adelante renuncio a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.

Furioso el Odio, por el fracaso de la Ambición envío a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.Pero el Amor confundido lloró, y pensó, que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envío a la Frialdad, al egoísmo, a la Cantaleta, La Indiferencia, la Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.

El Odio convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás: Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos. De pronto de un rincón del salón se levanto un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su
rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte: "Yo matare el Amor", dijo con seguridad.

Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido. El Odio dijo, ve y hazlo".

Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar por fin EL AMOR HABIA MUERTO.

Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado y sin decir más se marchó.

Espera " dijo el Odio, en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿¿Quien eres??

El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:

SOY LA RUTINA.


Y de nuevo, puede que debamos comenzar a caminar hacia un cambio en todos los aspectos para que no se salga con la suya...¿no creéis?

Un abrazo,

Diana Llapart

Mensajes subliminales


Me vais a disculpar, pero es que no lo aguanto.

Esto empieza como la moda... de repente se lleva ser "mujeres andróginas de extrema delgadez" y "acercarse al ideal de belleza de diseñadores, que deben de ser antiguos griegos y soñar con efebos (vamos que les gustan los jovencitos... o ven en ellos la belleza)". Intentan mandarnos como ideal a seguir el de una "mujer anorexica" para que parezca un "chico jovencito", porque pierden aceite en mi opinión, ellos dicen que lo hacen con buena fé y por la belleza (serán animales).

Y desatan la bulemia y la anorexia en mujeres y los deseos por "ese erróneo tipo de mujer" en los hombres; claro hombres y mujeres que viven su vida al día, sin pensar jamas en su interior, que basan la felicidad en lo que les han vendido sexo, poder, dinerooooo.

Están vacíos, no recuerdan un paseo al sol, una flor en el camino, una amistad entrañable,... porque no tienen tiempo, no les salen los números o mil excusas más de mal perdedor. NO RECUERDAN SU VIDA son como fantasmas.

Pues a esos van y les endiñan, por si no tuvieran ya bastante, "CDs subliminales para ser positivos", no os dejeis engañar.

Más que una grabación para dejar de ser "tal cosa" o para hacer "tal otra" deberíamos mirar qué nos quiere decir nuestro cuerpo cuando fumamos, bebemos o nos vemos mal físicamente.

¿Si soy DIVINO (y lo somos todos), cómo me puedo ver mal? Esta es la pregunta a realizarse; busca que pasa, libera la emoción enquistada, se enquistó porque la elegiste como mejor opción en un momento determinado; ahora al recuperarla de la memoria se "actualizará" con tus experiencias de la vida y tu estado actual y la guardarás pero ya no te hará daño y serás más libre, simplemente será historia.

Que no te lo crees no pasa nada, esto lo dice LeDoux, no yo, en su curso magistral sobre "el cerebro emocional" en la Cátedra Santiago Grisolía del 4 al 6 de Mayo de 2.009, recientito. ¡Ah! y el otro curso magistral era el del premio nobel de química del 2.004 Avram Hershko.

Recuerdalo, cuando recuperas algo de tu memoria, lo actualizas y lo realmacenas actualizado. Por eso vive tu vida, que no te la cuenten... ten experiencias, ten elecciones en tu vida: si eliges bien creces, si eliges menos adecuadamente ASUME, APRENDE y crece. Con este crecimiento podrás "recordar" y sanar.

Y eso te interesa es tu vida lo que te juegas.

Vive y se feliz, tienes derecho a ello.

José Rius

lunes, 10 de agosto de 2009

¿Te conformas?


Un amigo al que adoro me comentó al hablarle de mis luchas contra la situación estancada actual, que me complico la vida al intentar cambiar algo, que mi situación es cómoda y a pesar de las carencias que pueda tener y a pesar también de que no esté de acuerdo con la mayoría de aquello que veo...mi vida es cómoda...y yo le contesté que estaba cansada de ir a contracorriente y que a lo mejor lo que debía hacer era conformarme con lo que tengo y no querer más...a lo que él asintió con un ¡CLARO! alto claro y profundo.

Peeeeeroooo, esta noche a eso de las 3.30 me ha despertado mi yo real, que sabe mucho más de estas cosas, y me ha recordado lo que soy.

Me ha recordado para qué sirve mi vibración y el grado en el que se emite.

Me ha recordado que esa vibración saca todo lo malo de los que quiero y de los que no quiero tanto, para que tengan posibilidad de limpiarlo, arreglarlo y poner orden. Pero también saca lo mejor de ellos a un nivel muy elevado, para que vean todas las posibilidades con las que cuentan por sí mismos, y descubrir que son seres maravillosos.

No se trata sólo de ser feliz...se trata de mostrar al mundo lo mucho que lo amas con ese amor incondicional que todos llevamos dentro y a menudo confundimos con la pasión, por ser un sentimiento más humano y no tan elevado.

Mi otro yo, me ha recordado que nos comemos la cabeza y nos conformamos con lo que tenemos, cuando podemos movernos un poquito más y aspirar al todo relegando nuestra vocecita parlotera a un rincón sin hacer caso de su discurso cansino de miedos, inseguridades y recuerdos de lo torpes que somo, incapaces de mover pieza por nosotros mismos...para qué? comenta la puñetera vocecita...mejor quédate en el sofá, no te muevas y conviértete en una estatua de sal gris, llorando todos los días por algo mejor..

Mi otro yo me recuerda (y de esto sabe muuuucho) que somos nosotros los que realmente sabemos mucho más, creamos mucho más y llegamos a mucho más...pero debemos pensar con sentimientos elevados, no con sentimientos carnales. Pensar en el global, en mí y en el otro. Si solo soy yo, ahí me quedaré de nuevo en ese sofá con mi vocecita y su discurso incesante de eterna compañía.

Entender este punto, amarme yo hasta tal extremo que puedo llegar adonde realmente desee y después trasladar esa fuerza a lo que me rodea, es la base del concepto de amor incondicional del que tanto se habla y tan poco se entiende...

Y el amor incondicional mueve fronteras, vaya si las mueve.

Hoy me he despertado recordando el motivo por el que vine aquí, y uno de ellos es mostrar ese amor incondicional al mundo, ese amor que desprendo con mis hijos, con los que me solicitan ayuda, con los amigos...ese amor existe y también es pasional, pero con el lado positivo que tiene la palabra.

Difícil misión hacer ver, que verbalizar nuestros sentimientos no quiere decir poseer al otro, que el amor incondicional consigue las amistades más bonitas, comunicativas y duraderas, y que el amor incondicional por alguien, no quiere decir que estemos enamorado de él o ella.

No es fácil no caer en la confusión...pero tenemos una pista: el amor incondicional dado porque sí, no duele, no busca culpables ni busca juicios, no nos come la cabeza constantemente, sólo es amor..y a él le acompaña un estado de calma y paz...el amor incondicional es la mejor arma para un cambio y está a nuestro favor.

Hoy me he despertado gritando al mundo que lo amo, a él y a todos lo que lo componen...y que no me conformo con lo que tengo...quiero más. Quiero todo lo bueno que pueda hacer ver a los demás que tienen y reclamar mi parte, tanto de los que me rodean, como de los que no me conocen...una simple sonrisa de agradecimiento basta para abrir mil puertas.

Así que más vale que os vayáis preparando todos, porque llevo las pilas alcalinas bien recargadas...y quien me conoce, sabe a qué me refiero...

El mundo es un lugar maravilloso donde vivir aunque a veces, por las circunstancias que sean, llevamos las borregueras para ver sólo lo que tenemos delante, para ver nuestra parte de razón o nuestro trocito de territorio o nuestra parcela de derechos, sin ver que realmente hay más.

Y no solo más, sino muchísimo más. Hay magia en cada una de las pequeñas y grandes cosas que cruzan por delante de nosotros y cada una de ellas nos evoca un sentimiento y una fuerza para poder conseguir un objetivo, pequeño, mediano o grande...da igual, un objetivo que nos hace caminar y levantarnos de ese sofá y dejar a la vocecita mirando la tele sola y abandonada con su propio discurso depresivo.

Mi otro yo me recuerda que solo hay que abrir bien los ojos, no despistarse y recibir esas pequeñas cosas con una sonrisa y aceptación. Son herramientas para construir y evolucionar.

Y aunque a veces podemos no estar lo suficientemente atentos por preocupaciones diversas y que nuestra concentración esté enfocada en otro asunto, porque es necesario tener las cosas claras en ese instante para su resolución, no deberíamos olvidar que cuando pasen esos momentos de crisis, todo aquello que empaña nuestra visión debe ser retirado, y ver la vida en colores...no en blanco y negro.

Todos hemos puesto alguna vez en una balanza. Lo bueno en un lado y lo malo en otro...y hemos sacado el porcentaje de nuestra felicidad...si llegamos a un 60% llegamos a la conclusión de que nuestra vida está bien, pero sin darnos cuenta de algo básico: la felicidad y el amor incondicional no tiene porcentaje...es como una pila recargable, sólo funciona bien cuando está a pleno rendimiento.

Y ese pleno rendimiento se consigue con pequeños-grandes momentos, con gente que nos hace sentir bien, lugares reconfortantes, y sobre todo expresar el amor que llevamos dentro sin MIEDO, a todo cuanto nos rodea...aunque a veces tengamos que decir un no a tiempo para que entiendan, que del amor no se abusa, y que de ese amor, nuestro yo interno tiene innumerables facetas, y la sexual tan sólo es una de ellas...


El MIEDO limita la acción, el miedo a qué me dirán, qué me harán, nos limita de la peor de las maneras esos pequeños-grandes momentos y nos hace caer en la trampa del conformismo y de querer controlar unas situaciones, que a la larga se hacen incontrolables. Y el miedo va de la mano de la culpa...de poder haber hecho más, o menos, o la mitad, o mejor...

El miedo sólo se destruye entendiéndolo: nuestros miedos son prolongaciones de nuestro temor a que las cosas cambien, a que se derrumbe nuestra seguridad, cuando lo verdaderamente real es que nosotros creamos nuestra realidad, y siempre decidimos si nuestro mañana será mejor.

El miedo se combate con amor incondicional, y cuando se vive sin miedo, SIEMPRE el resultado es para mejor, un resultado más fresco y más real. El miedo siempre nos impedirá sentirnos vivos, y así...no vale la pena vivir.


...y la vida, vale la pena mucho vivirla a fondo..

Así que sólo tengo que decir...que yo no me conformo, ¿lo hacéis vosotros?

Diana Llapart

martes, 28 de julio de 2009

Desde mi sofá...













Desde la comodidad de mi sofá veo cómo las últimas encuestas revelan que los partidos de siempre se irán turnando, ahora le toca al PP aventajar a los de Zapatero si se realizaran elecciones a día de hoy.


Y yo pienso…más de lo mismo, venga a ver si puede llegar otro a hacerlo igual de mal o incluso superarlo.


Ellos son nuestros líderes, supuesta gente formada para saber qué hacer cuando tienen el poder en las manos y abogar por un país a mejor, aleccionar a los inhumanos a su humanidad, a los racionales a sus emociones y a los emocionales a su racionalidad.


Ellos, seres inteligentes y preparados, deben saber sobre educación ya que nosotros como padres ponemos en su sistema educativo lo más preciado que tenemos: nuestros hijos.


Nuestros líderes políticos, deben saber también sobre sanidad ya que el ser atendido correctamente por una persona sanitaria cualificada sin coste adicional es un derecho.


Ellos, estudiosos y hábiles, deben saber sobre finanzas y sistemas inmobiliarios, porque según marca la constitución todos tenemos derecho a una vivienda donde cobijarnos y a una pensión digna en nuestra época senil.


Ellos como líderes deben ser transparentes con lo que hacen, comprometerse a la hora de haber aceptado el voto, nuestra voz.


Ellos manejan los miles de millones de euros que nosotros como buenos y conscientes ciudadanos depositamos en sus manos, teóricamente con transparencia y claridad, para gestionar cada una de nuestras necesidades.


Y yo, desde la comodidad de mi sofá, oigo la siguiente noticia: se ha descubierto un desfalco de 2000 millones de euros en algún lugar de nuestro país, por alguien supuestamente transparente y claro que aboga por nuestros derechos en el mundo de la política.


También desde la comodidad de mi sofá, oigo las justificaciones y excusas de uno, las peripecias verbales de otro y pienso…otro timo con dinero público.


La siguiente noticia: los bancos que durante meses han denegado créditos a pymes que mueven este país, han concedido tropecientos millones de euros para fichar a un jugador de fútbol y mi reacción es pensar…¿cómo se atreven a hacerlo público con la cantidad de personas que están a punto de perder sus casas?.

Supongo que nuestros líderes, al saber tanto de todo pararán al sistema bancario de hacer tal sandez…pero no, simplemente obvian el tema. En su lugar hacen una presentación espectacular de dicho jugador para quitarnos a todos de la cabeza que algo de ese crédito lo pagamos todos..otro timo de nuestro sistema monetario, pero esta vez es mediático.


Desde mi sofá veo la noticia número 25 del telediario que me afecta particularmente: cada 3 minutos muere un niño en el mundo por falta de agua.


¿Por qué me afecta tanto, si yo estoy cómodamente sentada en mi sofá y esta realmente es la noticia número 25?


Debería estar contentísima ya que la noticia número UNO, la que abre todos los telediarios es el fichaje más caro de la historia, un crack futbolístico que viene a España, ¡qué orgullo!


Pero aún después de esta alegría de estrellato mediático, no puedo evitar encontrarme mal, porque precisamente ESA noticia es la 25. Esa noticia tan importante para mí, se da de pasada. Esa noticia se da como si no fuera con nosotros, como si para este país solo importaran las cosas de este país, la crisis, el paro, los desfalcos, las peleas internas por el poder entre uno y otro diputado…


Desde mi sofá, veo que algo en mi interior se rebela y me dice…no te dejes engañar por CÓMO te lo cuentan los medios de comunicación, eso que ves SOMOS TODOS.


Y eso es lo que debe cambiar en primer término: el niño que se muere de hambre entre los brazos de su madre soy yo. Yo soy el monje birmano al que cosen a palos. Yo soy la joven india a la que no le permiten la decisión de casarse con quien ella desee. Yo soy la joven africana a la practican ablaciones. Yo soy el refugiado que busca algo mejor en una patera. Yo soy todo eso, y todos ellos son yo, conviviendo desde mi sofá y sonriendo al mundo.


Hay un cambio y éste seguro que es posible, pero el primer cambio serio que debemos hacer, es en nuestro interior. Ver el problema global y que nos importe. Solo así podremos estar unidos en bloque y forzar a quien tiene el poder, el dinero y los medios a ejercitar un cambio real y efectivo.

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Hasta ahora nos han vendido que la culpa es nuestra por ser quienes somos, por tener lo que tenemos y que hay una forma simple de ayudar, las ONG.


No estoy de acuerdo.


Los líderes con toda su sabiduría, inteligencia y poder, pueden y deben gestionar una serie de recursos para que todos aquellos a los que he invitado a mi sofá tengan un mínimo de garantías de supervivencia. Nosotros no tenemos los medios ni las formas, ellos sí.


Lo que sí podemos hacer, es invitar a cada uno de los que vemos en la noticia número 25 a formar parte de nuestro ser. A tomar consciencia que somos cada niño enfermo, mujer maltratada, hambruna, falta de educación y sanidad…eso somos todos. Nosotros somos la toma de conciencia de lo citado, ahí reside el cambio.


Puede que el día que todos comprendamos este concepto, el concepto del UNO, incluso políticos tan espléndidos con sus propias cuentas y no tanto con las ajenas, pero tremendamente inteligentes (ya que están en el poder)…yo podré verles sentada desde mi sofá e interesarme algo de lo que tengan a bien decir.


Diana Llapart

EN LA TRINCHERA

Hola, hoy quiero compartir con vosotros un breve relato que escribí hace ya tiempo. Espero que os guste. UN ABRAZO.

Vicente Calatayud



EN LA TRINCHERA




Una trinchera no es un buen lugar para dormir. Hace frío y el miedo a morir, a olvidar o a ser olvidado, atenaza los recuerdos y los transforma en verdades irreales, en ocasiones inventadas, en ocasiones encubiertas. Cuando no existen recuerdos hay que inventarlos, porque recordar es asegurarse contra la muerte. La oscuridad impone su manto y acelera nuestros corazones ante las dudas, las esperanzas y las desdichas, y se oyen canciones que algunos repiten, canciones desconocidas que la mente ha borrado para no aceptar la irracionalidad. Una canción es un recuerdo y la oscuridad invita a pensar y sentir lo que, en la mañana, se difumina entre disparos y estruendos calamitosos.

Quizás las guerras son absurdas, incluso los ejércitos; quizás previenen males mayores sacrificando la vida de algunos jóvenes cuyos nombres no importan, pero los que estábamos allí, sí teníamos un nombre y una familia, y unos recuerdos tan vivos como la esperanza de regresar a nuestros pueblos, a nuestros amigos, nuestras novias, nuestros padres… y la necesidad de volver a soñar nuestros sueños.

Posiblemente, mientras nos pudríamos en aquel foso de suciedad y podredumbre, algún político importante trataba de acordar una tregua inalcanzable con la laxitud del indiferente, con la tranquilidad del complaciente o el eclecticismo del acomodado conservador. Posiblemente, mientras lamentábamos nuestras circunstancias y uníamos nuestras fuerzas, nuestros padres luchaban en otros bandos y nuestras madres lloraban nuestra futura y cercana muerte. O, posiblemente, ya no le importáramos a nadie y nada nos importaba a nosotros, excepto mantenernos a salvo para regresar a nuestros orígenes y recoger los trofeos de la victoria o las críticas del fracaso…

Aquella noche, de un frío febrero, Alberto, un pobre chico sin familia, un olvidado, lloraba sin parar enervando nuestros nervios y rompiendo nuestros huidizos sueños. Me acerqué a él con la intención de hacerle callar, no por él mismo, sino para no provocar la ira de los demás atrincherados… y conseguí regalarle una esperanza, algo por lo que sentirse vivo y agradecido por ello. Escuché sus penurias, nada nuevo, nada especial, pero cada uno procede de un padre y de una madre, y cada uno llora por lo que cree… o por lo que ha dejado de creer. Era como cualquiera de nosotros, pero con la moral muy baja y los sentimientos furtivos. Trataba de hacerle ver lo positivo, si es que había algo en nuestro mundo reducido a aquel estrecho pasillo, y le contaba infaustas mentiras acerca de mi vida. Le contaba historias mutilando los detalles innecesarios e inventando los razonables, y se me ocurrió venderle el amor de una hermana inexistente, ansiosa de miradas sinceras y de tácitos besos. Así, poco a poco, su ilusión crecía cada noche cuando me acercaba a él para contarle nuevas falacias entre los secos disparos de algún nocturno francotirador.

Ya no lloraba con tanta asiduidad, pero su moral todavía estaba lejos de la norma general, y mi hermana ya formaba parte de su vida, como su propia alma de su cuerpo. Mi imaginación me hacía sentirme indecente y sucio, pero mi pecaminosa indecencia se legitimaba ante el derecho de los demás a malvivir sus circunstancias en relativa paz, y me sentía perdonado y redimido sin necesidad de obligadas plegarias ni gregarias oraciones.

Durante aquel mes de febrero, podría decir que Alberto se convirtió en un apéndice de mis propias esperanzas, además fue una época bastante tranquila, de una calma alarmante que desencadenó en duras batallas en el mes de marzo. El frío nos abandonó, ¡bendita traición!, y el saludable sol calentaba las vastas mañanas. Sin querer, me convertí en un paradigma para Alberto, que me observaba en las batallas y me buscaba impaciente en las exacerbadas noches. No deseaba excederme y embriagar su ánimo, pero tampoco deseaba abatir sus sueños como el impúdico enemigo, y me encontraba en una situación forzada. Por una parte, decirle toda la verdad hubiera sido como condenarle a una muerte en vida, pues estar muerto de esperanzas es sentir un vacío irritante; pero por otra, seguir mintiéndole y crearle falsos recuerdos me retorcía el corazón en el pecho, pues ¿qué pasaría cuando todo acabara?, supongo que querría comprobar mis fariseos verdades, y aquello no me hacía sentir cómodo.

Marzo fue realmente duro. Los ataques enemigos se repetían día tras día y, hasta el momento, nos estábamos defendiendo con bastante contundencia, lo que nos hacía subir el ánimo. Tuvimos, a pesar de todo, bajas importantes; perdí dos grandes amigos en un instante, y lloré por ellos y por los suyos, y lloré de rabia e impotencia, y de orgullo. En las trincheras, la solidaridad llega a ser una forma de vida, una necesidad vital, y la amistad que se forja es absolutamente sincera porque nadie espera nada de nadie. Aquella noche era yo quien necesitaba un amigo, había perdido mi invulnerabilidad y ni siquiera mis recuerdos me ofrecían garantías. Mi conciencia, sumida en la oscuridad, debía realizar un trabajo extraordinario, casi ceremonial, para olvidar lo ocurrido. Mientras lloraba en un estrecho rincón para no ser una molestia, trataba de apagar ese fuego interno que se mete en el corazón con gran facilidad. Aquí no sirven las leyes de la vida, no hay consuelo, no hay método para olvidar, no hay momento que se olvide, no hay olvido al que recurrir, solo cabe gritar al viento, llorar y sufrir la mutilación sobrevenida. Alberto se acercó a mí, su voz era melosa y su actitud merecedora de agradecimiento. Me enjugué las lágrimas y nos abrazamos, no hicieron falta más palabras, solo una mirada fue suficiente para devolverme a la realidad.

El tiempo pasaba y llegaron las lluvias de abril, que nos trajeron un período más sosegado, aunque las condiciones de vida en aquel pasillo de tierra y lodo se endurecieron. Alberto y yo mantuvimos muchas conversaciones y compartimos esperanzas; le hablaba de mi hermana como si realmente existiera, ¡hasta yo empezaba a imaginármela! Y me dio la sensación de que se estaba enamorando, si no de ella, de lo que representaba su figura. En alguna ocasión me pidió ver alguna foto suya, pero yo me escudaba en que no le gustaba retratarse, y Alberto, pensativo, lamentaba y comprendía.

El día veinticuatro amanecimos más temprano de lo normal. Un ataque aéreo nos sorprendió súbitamente y el descontrol era absoluto. Paradójicamente era mi cumpleaños y se suponía que iba a ser un día especial, al menos lo había sido durante veinticinco años ya, pero hoy temía que la especialidad recayera en otros acontecimientos. Fueron momentos de terrible pavor, todos corríamos de parte a parte de la trinchera, sin saber qué hacer exactamente. Cogíamos los impotentes fusiles para sentirnos falsamente seguros y buscábamos, entre los muertos, alguna cara conocida. Perdí de vista a Alberto cuando explotó una bomba a unos doce metros de nuestra posición. Estaba extremadamente excitado y los gritos no me dejaban pensar más que en salir con vida de allí. ¡Qué locura, Dios mío! Era aterrador pisar los cadáveres entre el fuego y la histeria colectiva, y me subyugaba la idea de perder a Alberto, el último vínculo con mi vida, el último amigo verdadero. La sangre corría y los cuerpos se desplomaban uno tras otro; yo esperaba la bala perdida que me atravesara el pecho fulminantemente, que me permitiera desaparecer de aquel infierno, pero mi única alternativa era correr de un lado para otro buscando al fiel amigo. Gritaba su nombre con toda mi alma, pero todos gritaban y el estruendo era ensordecedor. Alberto no aparecía. La muerte dejaba caer su pálido y estremecedor manto sobre las huellas indelebles, con una arrogancia extrema y una indecencia insultante. Me encontré con Pedro, con Miguel, les pregunté por Alberto, pero para ellos no era importante aquel pobre desdichado que lloraba en un rincón de la trinchera, y me aseguraron no haberle visto tras la explosión de aquella traicionera bomba enemiga. A aquellos momentos de tensión sucedieron unos de calma cuando los aviones se alejaban en el cielo y los ruidos de las armas dejaron de sonar. Fue entonces cuando vi a Alberto. Estaba sentado con la espalda apoyada en las paredes de la trinchera, tenía las piernas abiertas y la cabeza ladeada hacia la derecha. Su cuerpo estaba cubierto de sangre y barro. Me acerqué lentamente, dos lágrimas recorrieron mis sucias mejillas y grité, con la mirada hacia el cielo: ¡nooooooo!.

Sus ojos expresaban ternura y nostalgia, los míos rabia y furia, y angustia y odio. Parecía en paz, como si, por fin, estuviera descansando, y me pareció injusta la vida… Me sentí, en cierta manera, aliviado, porque mis mentiras, mi hermana imaginaria, mis esperanzas compartidas con Alberto, nunca serían desveladas, y ya no tendría que seguir inventando recuerdos. Mientras me secaba las lágrimas, me descubrí diciéndome a mí mismo: feliz cumpleaños, Luis.

Tres meses después me licenciaron…

jueves, 16 de julio de 2009

IMPORTAN "LAS PERSONAS"

Las empresas y demás organizaciones, sean públicas o privadas, están compuestas por una serie de recursos que se deben gestionar de la manera más adecuada. De todos ellos, podemos afirmar, con rotundidad, que los más fundamentales, son los recursos humanos: las personas. De esta manera, las empresas son, evidentemente, las personas que las componen, que trabajan y coordinan sus esfuerzos por un objetivo común.


Así como el Departamento de Producción, en el caso de una empresa de fabricación, se debe preocupar por la elaboración correcta del producto final, el Departamento de Recursos Humanos tiene la obligación de mantener a los empleados en el máximo estado de motivación y entusiasmo en el desarrollo de sus distintos puestos de trabajo.


Esto, que no es fácil, pero que tampoco es imposible, es una máxima: conseguir que los empleados y los directivos vivan su jornada laboral con el mayor grado de satisfacción y felicidad posibles, para, como consecuencia, rentabilizar mejor su tiempo, esfuerzo, ilusión y dedicación. Conseguiremos, por lo tanto, cumplir los objetivos empresariales, pero, sobre todo, de una forma excepcionalmente plena en todos los sentidos.


Para ello se hace imprescindible no solo dominar nuestro conocimiento, nuestra inteligencia, sino también, nuestras emociones, pensamientos e, incluso, sentimientos. Si aprendemos a gestionar de manera correcta esta faceta de nuestra vida, seremos más rentables en términos no solo empresariales, sino humanos.


Seamos optimistas, aprendamos a vivir, ¡a respirar!, y todo lo demás, nos vendrá por añadidura. Ser felices es una cuestión de elección.


“Sólo de ti depende si, haciendo lo que debes, tú mismo te vas a realizar o perderás la oportunidad de autorrealización. A ti te está prescrita la autorrealización, y sólo tú mismo eres su autor. De ti mismo dependes, a ti mismo te sitúas, a ti mismo te dominas, a ti mismo te posees (…). Nadie te robará a ti mismo, pero tú mismo puedes robarte”. Tadeusz Styczen.



Vicente Calatayud

lunes, 13 de julio de 2009

OS RECOMIENDO UN LIBRO...

Hola:

El último libro que me acabo de terminar se llama "El Crash del 2010. Toda la verdad sobre la crisis", del catedrático de Estructura Económica de la Facultad de Economía IQS (Universidad Ramón Llull) Santiago Niño Becerra.

Es un libro interesante donde el autor describe cómo hemos llegado a la actual situación económica y, de paso, una exposición personal de este catedrático sobre qué es lo que se nos avecina. Por cierto, como podréis intuir por su título, nada bueno...

Estoy muy de acuerdo con él en muchísimas cosas, incluso en su consideración de que lo peor está por llegar..., más en España, pero discrepo en la sensación de impotencia y angustia que se desprende de su libro. Da la sensación de que no hay nada que hacer, de que el mundo se hunde y todos nosotros con él... pero NO, el mundo está a punto de hundirse, pero no dejaremos que lo haga.

Seguiré comentando cosas...

Hasta pronto.

Vicente Calatayud

TAO - YIN y YANG (I)

"Vivimos inmersos en una época yang en la que los valores identificados como masculinos y la búsqueda del éxito se exaltan en todos los terrenos...

... Que media humanidad tenga problemas para subsistir y la otra media para ser feliz apenas es una nota a pie de página..."



jueves, 2 de julio de 2009

EL MIEDO...

Según un cuento chino, un rey, famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados, como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores, y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar sus aldeas diezmadas por el continuo acoso.

Y llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio. Se cuenta que esa noche, cuando llegaron las noticias del avance enemigo, se vio el rostro del monarca marcado por el temor y la responsabilidad, pero en ningún momento abatido por el miedo.

Al amanecer, el rey ordenó a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y, acto seguido, se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores. Inmutable, les vio avanzar hasta la escalinata de palacio.

Pero, su serenidad perturbó hondamente a los bárbaros. Éstos supusieron que les esperaba una trampa en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó a retirada.

El rey dijo, entonces, a sus servidores: "Ved y no olvidéis nunca que una misma emoción, el miedo, a ellos les ha impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta creativa a tan atemorizada situación".

(Adaptación libre de un relato anónimo de la tradición china).


Vicente Calatayud

VIBRAMOS EN LA FRECUENCIA DEL MIEDO

Hola:

Os dejo este video, donde podréis ver cómo el ser humano, de manera individual, y la Humanidad, de forma colectiva, vibramos en dos frecuencias fundamentales: el AMOR o el MIEDO.

Cada individuo debería hacer un trabajo interior, personal e intenso, por vibrar en la frecuencia del AMOR para CAMBIAR la frecuencia actual de la Humanidad, que es evidentemente el MIEDO.

¡¡¡¿A qué tememos?!!!...



Vicente Calatayud