martes, 28 de julio de 2009

Desde mi sofá...













Desde la comodidad de mi sofá veo cómo las últimas encuestas revelan que los partidos de siempre se irán turnando, ahora le toca al PP aventajar a los de Zapatero si se realizaran elecciones a día de hoy.


Y yo pienso…más de lo mismo, venga a ver si puede llegar otro a hacerlo igual de mal o incluso superarlo.


Ellos son nuestros líderes, supuesta gente formada para saber qué hacer cuando tienen el poder en las manos y abogar por un país a mejor, aleccionar a los inhumanos a su humanidad, a los racionales a sus emociones y a los emocionales a su racionalidad.


Ellos, seres inteligentes y preparados, deben saber sobre educación ya que nosotros como padres ponemos en su sistema educativo lo más preciado que tenemos: nuestros hijos.


Nuestros líderes políticos, deben saber también sobre sanidad ya que el ser atendido correctamente por una persona sanitaria cualificada sin coste adicional es un derecho.


Ellos, estudiosos y hábiles, deben saber sobre finanzas y sistemas inmobiliarios, porque según marca la constitución todos tenemos derecho a una vivienda donde cobijarnos y a una pensión digna en nuestra época senil.


Ellos como líderes deben ser transparentes con lo que hacen, comprometerse a la hora de haber aceptado el voto, nuestra voz.


Ellos manejan los miles de millones de euros que nosotros como buenos y conscientes ciudadanos depositamos en sus manos, teóricamente con transparencia y claridad, para gestionar cada una de nuestras necesidades.


Y yo, desde la comodidad de mi sofá, oigo la siguiente noticia: se ha descubierto un desfalco de 2000 millones de euros en algún lugar de nuestro país, por alguien supuestamente transparente y claro que aboga por nuestros derechos en el mundo de la política.


También desde la comodidad de mi sofá, oigo las justificaciones y excusas de uno, las peripecias verbales de otro y pienso…otro timo con dinero público.


La siguiente noticia: los bancos que durante meses han denegado créditos a pymes que mueven este país, han concedido tropecientos millones de euros para fichar a un jugador de fútbol y mi reacción es pensar…¿cómo se atreven a hacerlo público con la cantidad de personas que están a punto de perder sus casas?.

Supongo que nuestros líderes, al saber tanto de todo pararán al sistema bancario de hacer tal sandez…pero no, simplemente obvian el tema. En su lugar hacen una presentación espectacular de dicho jugador para quitarnos a todos de la cabeza que algo de ese crédito lo pagamos todos..otro timo de nuestro sistema monetario, pero esta vez es mediático.


Desde mi sofá veo la noticia número 25 del telediario que me afecta particularmente: cada 3 minutos muere un niño en el mundo por falta de agua.


¿Por qué me afecta tanto, si yo estoy cómodamente sentada en mi sofá y esta realmente es la noticia número 25?


Debería estar contentísima ya que la noticia número UNO, la que abre todos los telediarios es el fichaje más caro de la historia, un crack futbolístico que viene a España, ¡qué orgullo!


Pero aún después de esta alegría de estrellato mediático, no puedo evitar encontrarme mal, porque precisamente ESA noticia es la 25. Esa noticia tan importante para mí, se da de pasada. Esa noticia se da como si no fuera con nosotros, como si para este país solo importaran las cosas de este país, la crisis, el paro, los desfalcos, las peleas internas por el poder entre uno y otro diputado…


Desde mi sofá, veo que algo en mi interior se rebela y me dice…no te dejes engañar por CÓMO te lo cuentan los medios de comunicación, eso que ves SOMOS TODOS.


Y eso es lo que debe cambiar en primer término: el niño que se muere de hambre entre los brazos de su madre soy yo. Yo soy el monje birmano al que cosen a palos. Yo soy la joven india a la que no le permiten la decisión de casarse con quien ella desee. Yo soy la joven africana a la practican ablaciones. Yo soy el refugiado que busca algo mejor en una patera. Yo soy todo eso, y todos ellos son yo, conviviendo desde mi sofá y sonriendo al mundo.


Hay un cambio y éste seguro que es posible, pero el primer cambio serio que debemos hacer, es en nuestro interior. Ver el problema global y que nos importe. Solo así podremos estar unidos en bloque y forzar a quien tiene el poder, el dinero y los medios a ejercitar un cambio real y efectivo.

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Hasta ahora nos han vendido que la culpa es nuestra por ser quienes somos, por tener lo que tenemos y que hay una forma simple de ayudar, las ONG.


No estoy de acuerdo.


Los líderes con toda su sabiduría, inteligencia y poder, pueden y deben gestionar una serie de recursos para que todos aquellos a los que he invitado a mi sofá tengan un mínimo de garantías de supervivencia. Nosotros no tenemos los medios ni las formas, ellos sí.


Lo que sí podemos hacer, es invitar a cada uno de los que vemos en la noticia número 25 a formar parte de nuestro ser. A tomar consciencia que somos cada niño enfermo, mujer maltratada, hambruna, falta de educación y sanidad…eso somos todos. Nosotros somos la toma de conciencia de lo citado, ahí reside el cambio.


Puede que el día que todos comprendamos este concepto, el concepto del UNO, incluso políticos tan espléndidos con sus propias cuentas y no tanto con las ajenas, pero tremendamente inteligentes (ya que están en el poder)…yo podré verles sentada desde mi sofá e interesarme algo de lo que tengan a bien decir.


Diana Llapart

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