domingo, 24 de enero de 2010

Hojas Secas



Cuando las hojas secas caen de los árboles en otoño, el árbol queda desnudo; si alguién lo viera sin saber que reverdecerá en primavera, pensaría que está muerto...

Todos tenemos esos períodos en que nos quedamos desnudos, por haber perdido un amor o un ser querido, o un alejamiento. También puede ser causado por dificultades económicas, una enfermedad, un accidente, etc. Por eso debemos tomar el ejemplo de la naturaleza y vivir armoniosamente como ella.

Sabiendo que después vendrán nuevamente las hojas, las flores y los frutos.

Nunca pierdas la fe, recuerda siempre que cuando una puerta se cierra hay muchas otras que se abren y que el secreto consiste en apartar la vista triste de esa puerta cerrada y llevarlas a las otras... en esos momentos es cuando se empieza a ver la luz al final del túnel y el árbol comienza a reverdecer nuevamente!!!

Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

Cómo llenar un colador de agua


Un grupo de devotos invitó a un maestro de meditación a la casa de uno de ellos para que los instruyera. El maestro dijo que debían esforzarse por liberarse de reaccionar en demasía frente a los hechos de la vida diaria, por lograr una actitud de reverencia, y por adquirir la práctica regular de un método de meditación que, a su vez, les explicó en detalle. El objetivo era darse cuenta de que la vida divina está presente en todo.

Es estar conscientes de esto no sólo durante el período de meditación, sino constantemente, en lo cotidiano. El proceso es como llenar un colador con agua.

El maestro hizo una reverencia ante ellos y partió.

El pequeño grupo se despidió de él y luego uno de ellos se dirigió a los demás, echando chispas de frustración. Lo que nos dijo es como decirnos que nunca podremos lograrlo. ¡Llenar un colador con agua! ¿Cómo? Eso es lo que ocurre, ¿no?. Al menos para mí. Escucho un sermón, rezo, leo algún libro sagrado, ayudo a mis vecinos con sus niños y ofrezco el mérito a Dios, o algo por el estilo y después me siento elevado. Mi carácter mejora durante un tiempo... no me siento tan impaciente, ni hago tantos comentarios sobre otras personas. Pero pronto el efecto se disipa, y soy el mismo que antes. Es como agua en un colador, por supuesto. Y ahora él nos dice que eso es todo.

Siguieron reflexionando sobre la imagen del colador sin lograr ninguna solución que los satisficiera a todos. Algunos pensaron que el maestro les decía que las personas como ellos en este mundo sólo podían aspirar a una elevación transitoria, otros creyeron que el maestro simplemente les estaba tomando el pelo. Otros pensaron que tal vez se estaría refiriendo a algo en los clásicos que suponía que ellos sabían... buscaron, entonces, referencias sobre un colador en la literatura clásica, sin ningún éxito.

Con el tiempo, el interés de todos se desvaneció, excepto el de una mujer que decidió ir a ver al maestro.

Él le dio un colador y un tazón, y fueron juntos a una playa cercana. Se pararon sobre una roca rodeados por las olas.

¡Muéstrame cómo llenas un colador con agua!, le dijo el maestro.

Ella se inclinó, tomó el colador en una mano y comenzó a llenarlo con el tazón. El agua apenas llegaba a cubrir la base del colador y luego se filtraba a través de los agujeros.

Con la práctica espiritual es lo mismo, dijo el maestro, mientras uno permanece de pie en la roca del Yo e intenta llenarla con cucharadas de conciencia divina. No es ése el modo de llenar un colador con agua, ni nuestra esencia con vida divina.

Entonces, ¿cómo se hace?, preguntó la mujer.

El maestro tomó el colador en sus manos y lo arrojó lejos al mar. El colador flotó unos instantes y después se hundió.

Ahora está lleno de agua, y así permanecerá, dijo el maestro.

Ese es el modo de llenar un colador con agua, y es el modo de realizar la práctica espiritual. No se logra vertiendo pequeñas dosis de vida divina en la individualidad, sino arrojando la individualidad dentro del mar de la vida divina.

Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

Leyenda Sioux



Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu....

- Nos amamos... - empezó el joven

- Y nos vamos a casar.... - dijo ella.

- Y nos queremos tanto que tenemos miedo... queremos un hechizo, un conjuro, o un talismán... algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos... que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar la muerte.

- Por favor... -repitieron – ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes... tan enamorados... y tan anhelantes esperando su palabra...

- Hay algo.... -dijo el viejo- pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada...

- Nube Azul... -dijo el brujo- ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos... deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte... si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de luna llena... ¿Comprendiste?

- Y tú, Toro Bravo... -siguió el brujo- deberás escalar la montaña del trueno... cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas, y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva... el mismo día en que vendrá Nube Azul... ¡Salgan ahora!

Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la misión encomendada... ella hacia el norte y él hacia el sur...

El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas... eran verdaderamente hermosos ejemplares...

- Y ahora qué haremos... -preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?

- No – dijo el viejo.

- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne?- propuso la joven.

- No - repitió el viejo.- Harán lo que les digo: tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con esta tiras de cuero... cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres...

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros... el águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse por el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse...

Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto... son ustedes como un águila y un halcón... si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose... sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro...

Si quieren que el amor entre ustedes perdure...

“Vuelen juntos... pero jamás atados”.

Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

viernes, 22 de enero de 2010

Somos Pobres



Un padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina.

Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo.

En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo: "¿Qué te pareció la experiencia?".

"Buena", contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.

"Y... ¿qué aprendiste?", insistió el padre...

El hijo contestó:

1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.

2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos.

3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín, mientras que ellos se alumbran con las estrellas, la luna y velas sobre la mesa.

4.- Nuestro patio llega hasta la cerca y el de ellos llega al horizonte.

5.- Que nosotros compramos nuestra comida, y ellos, siembran y cosechan la suya...

6.- Nosotros oímos CD's. Ellos escuchan una perpetua sinfonía de golondrinas, pericos, ranas, sapos, chicharras y otros animalitos... todo esto a veces dominado por el sonoro canto de un vecino que trabaja su monte.

7.- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica. Ellos, todo lo que comen tiene ese sabor del fogón de leña.

8.- Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas. Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.

9.- Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor. Ellos, en cambio, están "conectados" a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.

El padre quedo impactado por la profundidad de su hijo... y entonces el hijo terminó:

"¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!"

Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

Un Niño llamado SUEÑO



Sueño se pasaba el tiempo allá en lo alto, por las nubes jugando y jugando todo el día. Una vez Sueño se dio cuenta de que él no crecía como crecían sus amigos, además empezó a sentirse muy débil y, poco a poco, perdió sus ganas de jugar.

Un gran día, llegó un mensajero que llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos para así fortalecer y hacer crecer a Sueño.

Desde el mismo instante en que aquel mensajero llegó, Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día aquel mensajero lo alimentaba con aquellos manjares, muchos caldos de constancia con fuerza, platos muy nutritivos de voluntad y trabajo, postres hechos a base de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y lo más importante: tratándolo con mucha confianza.

Sueño creció y creció, y dejó de ser Sueño para convertirse en META y, claro que siguió jugando pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra, cada vez más conoció otros mundos; mundos como la felicidad y la satisfacción.

Y un día no muy lejano, Meta dejó de ser Meta y se transformó en REALIDAD.

Lucha siempre por alcanzar tus sueños, por inalcanzables y difíciles que parezcan siempre lucha por ellos, pues GRACIAS A LOS SUEÑOS de muchos, hoy tenemos muchas de las "comodidades del hoy", pues antes de ser realidades fueron Sueños en la cabeza de alguien.

TUS SUEÑOS son tan válidos como cualquiera pues, seguramente, serán de servicio para ti y para los demás.

!!VAMOS A SOÑAR¡¡...
Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

jueves, 14 de enero de 2010

No Olvides lo Principal



Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escucho una voz misteriosa que allá adentro le decía:

- "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Recuerda algo: después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal....."

La mujer entro en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente.

-" Tienes solo ocho minutos "

Agotados lo ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró.....

Recordó, entonces, que el niño quedo allá y la puerta estaba cerrada para siempre.

La riqueza duro poco y la desesperación, siempre.

Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: "Y no te olvides de lo principal!"

Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la vigilancia, la familia, los amigos, la vida.

Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado...

Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial: "¡Los tesoros del alma!".

Que jamás nos olvidemos que la vida en este mundo, pasa rápido y que la muerte llega de inesperado. Y que cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones.

Otra vez Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

La carreta




Mi padre se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

- Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

- Estoy escuchando el ruido de una carreta.

- Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre:

- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió:

- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todo el mundo, inoportuna, presumiendo de lo que tiene , de sentirse prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

- "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.

Gracias Daniel.


Vicente Calatayud

lunes, 11 de enero de 2010

Los Retos nos mantienen VIVOS



Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas. Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes para ir mar adentro.

Mientras más lejos iban los pescadores más era el tiempo que les tomaba regresar a entregar el pescado.Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco.

Para resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores.

Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco, y no les gustaba el congelado, que, por lo tanto, se tenían que vender más barato.

Las compañías instalaron entonces en los barcos tanques para los peces. Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques y mantenerlos vivos hasta llegar a la costa.

Pero después de un tiempo los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados, aunque vivos.

Los consumidores japoneses también notaron la diferencia del sabor porque cuando lo s peces dejan de moverse por días, pierden el sabor fresco ... y ¿cómo resolvieron el problema las compañías japonesas? ¿cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco?

Si las compañías japonesas te pidieran asesoría, ¿qué les recomendarías?

Para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en los botes, pero ahora ponen también un Tiburón pequeño! Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos.

¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos!

Cuando alcances tus metas proponte otras mayores. Nunca debes crear el éxito para luego acostarte en él.

Así que, invita un tiburón a tu tanque, y descubre que tan lejos realmente puedes llegar. Unos cuantos tiburones te harán conocer tu potencial para seguir vivo y haciendo lo que mejor haces, de la mejor manera posible!!

Y si ya los encuentras en el tanque, déjalos que se muerdan entre si, que no te asusten sus dientes ni sus trampas... tú sigue alerta, pero siempre "fresco".

SIEMPRE HABRÁ TIBURONES A DONDE VAYAS

Gracias Daniel!!!

Vicente Calatayud

Las Tormentas



Cuentan que un día un campesino le pidió a Dios le permitiera mandar sobre la Naturaleza para que –según él – le rindieran mejor sus cosechas.

¡Y Dios se lo concedió!

Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc.

Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes.

Pero Dios le contestó:

–"Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan ...

Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.

El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, no se echa para atrás.

Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.

Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías por chubascos pasajeros.

Una tormenta en tu vida seguramente hará estallar el pensamiento en miles de relámpagos por segundo, y seguramente, creerás que todo es maldición y mala suerte, pero la fe, la constancia, la voluntad y la aceptación, harán que logres como cosecha, los mejores frutos que solo se obtienen cuando el frío de los años ha endulzado tu decir, tu obrar y tu soñar.

Gracias a Daniel Heber.

Vicente Calatayud