lunes, 30 de noviembre de 2009

No perdamos la INOCENCIA...


Una nena, diariamente, iba y volvía caminando a la escuela.

A pesar del mal tiempo de aquella mañana, y de las nubes que se estaban formando, ella hizo su camino diario.

Con el pasar del tiempo, los vientos aumentaron junto a rayos y truenos.

La madre pensó que su hija podría tener mucho miedo en el camino de vuelta, pues ella misma estaba asustada con los rayos y truenos.

Preocupada, la madre rápidamente entró en su auto, y se dirigió por el camino en dirección a la escuela.

En el camino, ella vio a su hija caminando, y notó, que a cada relámpago, la niña paraba, relámpago, la niña paraba, miraba hacia arriba y ¡Sonreía!

Otro y otro trueno ¡y en cada uno, ella paraba, miraba hacia arriba y sonreía!

Finalmente, la niña entró en el auto, y la madre curiosa le fue preguntando:

- "¿Qué estabas haciendo?" La niña respondió:

- "Sonriendo ¡Dios no para de sacar fotos mías!"

Dejemos que toda inocencia florezca en nuestros corazones para que podamos ver la bella y real felicidad, que está en los momentos de simplicidad...


GRACIAS SONYA!!!


Vicente Calatayud

martes, 24 de noviembre de 2009

El Mundo Es De Los VALIENTES!!!!!



En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en donde les daría un importante mensaje.

Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija y, por ende, el reino"

Así se hizo, pero había un jo­ven que plantó su semilla y ésta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del rei­no no paraban de hablar y mos­trar las hermosas plantas y flo­res que habían sembrado en sus macetas.

Llegaron los seis meses y to­dos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. El joven esta­ba demasiado triste pues su se­milla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero su ma­dre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar alli.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló al último hacia el palacio, con su maceta vacía. Todos los jóvenes habla­ban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el albo­roto fue interrumpido por el in­greso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces: "Éste es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a to­dos ustedes se les dio una semi­lla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plan­tas; pero este joven tuvo el va­lor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

“Si no te equivocas de vez en cuando, es que no te expones.”

GRACIAS SONYA (no me canso de dártelas, buscadora!!!).


Vicente Calatayud

Hay quien se cree más Libre porque da más órdenes de las que recibe...

Hace mucho tiempo, un sargento de un batallón insultaba y reprendía fuertemente a los soldados que no podían sacar un vehículo atascado en el fango.

En ese momento se presentó un señor de figura alta y delgada.

Observó la situación y preguntó al sargento por qué no ayudaba a los soldados.

- ¿Por qué he de hacerlo? Yo soy el sargento - contestó con altanería.

Sin pérdida de tiempo, el hombre recién llegado, alto y flacucho, se quitó la chaqueta y se unió a los soldados en la dura faena de sacar el vehículo del lodazal en que estaba sumergido.

Terminada la tarea, ese hombre se lavó las manos en un pozo de agua, se puso la chaqueta y dijo al sargento:

- Cuando usted necesite de mi ayuda, le ruego que me llame, que con mucho gusto le ayudaré.

- ¿Y quién es usted? - le preguntó el sargento.

- Soy ABRAHAM LINCOLN, presidente de la Nación.




Existen esos hombres que, con sus acciones, aun ostentando una posición superior, no dudan en servir a los de más baja posición, sin necesariamente tener que humillarlos con ello.

Más bien llevan un mensaje de grandeza, porque el hombre se eleva más precisamente cuando está de rodillas.

GRACIAS SONYA.


Vicente Calatayud

lunes, 23 de noviembre de 2009

A VECES PARECEMOS GILIPOLLAS (2)...



Un anciano, que tenía un grave problema de miopía, se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos.

Se le olvidaron las gafas en su casa, y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo para defender sus controvertidas opiniones. Tan pronto entraron en la sala, comenzó a criticar las diferentes pinturas.

Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad, dijo:

- El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto.

El anciano siguió su crítica sin parar, hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud, y lo apartó discretamente para decirle en voz baja:

- Querido, estás mirando un espejo.

Nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor de corregirlas.

GRACIAS, DE NUEVO, SONYA.


Vicente Calatayud

A VECES PARECEMOS GILIPOLLAS...



Hoy choqué con un extraño cuando caminaba.

- Disculpe Usted, le dije.

Él me dijo: - No, disculpe Usted, no la miré cuando venía. Ambos fuimos muy amables.

Continuamos nuestro camino y nos dijimos adiós.

Pero al llegar a casa, otra historia se desarrolló.

Esa misma tarde, mientras yo cocinaba, mi hija se paró muy firme por un lado, sin que yo me diera cuenta.

Cuando me di la vuelta, casi la tumbo.

¡Quítate de aquí, porque me estorbas! -le grité-.

Ella se fue con su corazoncito destrozado. No me di cuenta de lo fuerte que le grité.

Por la noche, cuando me acosté, una voz muy baja escuché que me decía:

Cuando hablaste con un extraño, fuiste cortés, pero con la criatura que amas, te portaste grosera.

Mira en el piso de la cocina, y encontrarás unas flores cerca de la puerta; esas flores, tu hija las escogió especialmente para ti; rosa, amarilla y azul, y se acercó a ti silenciosamente para no arruinar la sorpresa.

Pero tú ni te diste cuenta de las lágrimas en sus ojos.

En este momento me sentí el ser más insignificante, y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

Lentamente fui al cuarto de mi hija, y me arrodillé al borde de su cama; -"Despierta cariño, despierta chiquita", -le dije-.

-Estas flores..., ¿las escogiste para mí mi amor?

Ella se sonrió, y dijo: -"Las encontré cerca de un árbol, y las recogí, porque sabía que te gustarían, especialmente la azul".

Le contesté: -"Hija, discúlpame por la forma en que te traté en la tarde, no debí gritarte de esa forma".

Ella me contestó: -"Mamá, no te preocupes, te quiero de cualquier manera".

-"Y yo a ti corazón y me encantaron tus flores, especialmente la azul", -le contesté-.

Tengamos en cuenta, cómo tratamos a nuestros seres queridos, sin importar sus edades...

Alguien siempre pensará en ti como un ejemplo a seguir. No l@ defraudes".


GRACIAS SONYA.

Vicente Calatayud

viernes, 20 de noviembre de 2009

El Credo de BUDA



- No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos.

- No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo crean.

- No creáis en nada porque así lo hayan creído los sabios de otras épocas.

- No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que Dios os lo inspira.

- No creáis en lo que dicen las sagradas escrituras, sólo porque ellas lo digan.

- No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano.

- Creed únicamente en lo que vosotros mismos hayáis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen del discernimiento y a la voz de la conciencia.


BUDA

No Culpes A Nadie

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo de verdadero hombre surge de las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz de amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.





Autor: Pablo Neruda