Una nena, diariamente, iba y volvía caminando a la escuela.
A pesar del mal tiempo de aquella mañana, y de las nubes que se estaban formando, ella hizo su camino diario.
Con el pasar del tiempo, los vientos aumentaron junto a rayos y truenos.
La madre pensó que su hija podría tener mucho miedo en el camino de vuelta, pues ella misma estaba asustada con los rayos y truenos.
Preocupada, la madre rápidamente entró en su auto, y se dirigió por el camino en dirección a la escuela.
En el camino, ella vio a su hija caminando, y notó, que a cada relámpago, la niña paraba, relámpago, la niña paraba, miraba hacia arriba y ¡Sonreía!
Otro y otro trueno ¡y en cada uno, ella paraba, miraba hacia arriba y sonreía!
Finalmente, la niña entró en el auto, y la madre curiosa le fue preguntando:
- "¿Qué estabas haciendo?" La niña respondió:
- "Sonriendo ¡Dios no para de sacar fotos mías!"
Dejemos que toda inocencia florezca en nuestros corazones para que podamos ver la bella y real felicidad, que está en los momentos de simplicidad...
GRACIAS SONYA!!!
Vicente Calatayud
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
180 GRADOS LA ULTIMA REVOLUCION
DESEANDOOS UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES DE NAVIDAD 2009 ESPERO OS AGRADE EL POST POETIZADO DE CREPUSCULO.
José
ramón...